jueves, 6 de diciembre de 2007

ESCUELA Nº 15 LOS TALAS - BERISSO





Las abuelas/os hemos visitado esta Escuela, y llevado junto con nuestras narraciones, libros para poder formar una pequeña Biblioteca. Los mismos fueron comprados con donaciones que nos acercaron un grupo de gente que se interesó en este proyecto. A todos les agradecemos y les aseguramos que la alegría de los chicos y chicas que nos recibieron la compartimos con ellos.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

ESCUELA HOSPITALARIA 509

Hoy hemos cerrado por el presente año, el ciclo de visitas a la Escuela Hospitalaria 509, del Hospital de Niños Sor María Ludovica.
Las abuelas y abuelos cuentacuentos, hemos concurrido cada 15 días a las salas del Hospital, guiadas por las maestras, que nos acercaban a la cama de los pequeños internados, para que pudiéramos llevarles nuestras historias.
Con emoción, hemos recibido para ser entregada a las autoridades de la Biblioteca Euforión. una carta firmada por la Sra. Directora , Lidia Chiappino y la Sra. Secretaria de la Cooperadora, Elena Cristina Tau, que nos atrevemos a transcribir, porque nos hace sentir que de algún modo, nuestro objetivo fue cumplido: lograr una sonrisa en alguien que sufre, y dejarles algo que por un rato les haga olvidar su padecer.
"A la Biblioteca Euforión:
La Comunidad Educativa de la Escuela Hospitalaria nº 509, se dirige a usted a efectos de agradecer la colaboració recibida, consistente en un grupo de "abuelas cuentacuentos" que concurren quincenalmente a nuestra institución escolar.
Es importante destacar que esa actividad, hace las delicias de nuestros pequeños alumnos internados, los que por un rato se olvidan de su enfermedad y de sus dolores, para disfrutar de los relatos de las abuelas.
Sin otro particular, luego de decir nuevamente MUCHAS GRACIAS,nos despedimos muy atentamente."

miércoles, 14 de noviembre de 2007

UN PROYECTO QUE SE CONCRETA

Esta semana hemos, visitado las Escuelas nº 15, 43 y 45 de nuestro barrio, donde por el mes de julio iniciamos un proyecto, de animación a la lectura y escritura en chicos de 5º año, turnos tarde y mañana.
Durante un mes, visitamos semanalmente las escuelas comprometidas en el proyecto.
En estos encuentros narramos y leímos cuentos de diferentes autores, también les propusimos a los chicos que escribieran sus propias historias para participar de un concurso.
Un grupo importante de niños y niñas aceptaron el desafío, creando historias, de amor, de terror, de suspenso. relatos fantásticos y policiales. También hubo anécdotas propias y de sus padres y abuelos.
La experdiencia resultó un derroche de imaginación.
Fueron tan interesantes los resultados que resolvimos que todos sean ganadores.
Con la colaboración desinteresada de una imprenta de esta ciudad, imprimimos un libro con la recopilación de los relatos de niños y niñas de las tres ecuelas.
Esta semana se entregaron los premios a los participantes, cada autor se llevó un libro con sus relatos y el de sus compañeros y además un libro de cuentos tradicionales o de autores conocidos, para que continúen leyendo, como premio a su dedicación.
En este proyecto no hubo valoración que no fueran las ganas de escribir. No se juzgó la calidad de las producciones y se respetaron las escrituras de los participantes.
Porque nuestro objetivo es que los niños y niñas, tomen la palabra y se reconozcan como sus valiosos portadores.
Las abuelas/os agradecen al personal directivo, docente y bibliotecarias, que nos abrieron las puertas de las escuelas, y a la Empresa Gráfica Barsa S.R.L. quien nos imprimió gentilmente, los libros.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

NUESTRO PROYECTO HA SIDO DISTINGUIDO

Nuestro Proyecto, ANIMACION A LA LECTURA MEDIANTE LA NARRACION, ¡NARRAR, SOÑAR, VIAJAR!, ha sido distinguido por la DIRECCION GENERAL DE CULTURA Y EDUCACION DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, mediante la RESOLUCION Nº 2894 del 21/09/2007, declarándolo de INTERES EDUCATIVO.
Agradecemos, tal distinción, la que nos compromete a seguir, aún más, con la tarea a la cual nos hemos avocado con todas nuestras fuerzas.

jueves, 11 de octubre de 2007

SE DICE DE NOSOTROS

EL DIA, 1° de Julio de 2007

Los "abuelos cuentacuentos" alegran a grandes y chicos
Van a la escuela, visitan hospitales y planean llevar sus relatos a una cárcel de mujeres
Como los abuelos que son, narran cuentos a los chicos. Y no solamente a sus nietos. Van a escuelas, visitan hospitales y ahora planean llevar sus relatos a una cárcel de mujeres detenidas que comparten la celda con sus niños pequeños. Son los "Abuelos y Abuelas Cuentacuentos". Jubilados, la mayoría dedicó su vida a la docencia. Amantes de la lectura desde la infancia y muy conocedores de la literatura clásica, saben infinidad de narraciones y han descubierto el gusto de transmitirlas más allá de la intimidad de su familia.Empezaron hace seis años como las Abuelas Cuentacuentos, siguiendo una iniciativa de la Biblioteca Euforión que comenzó a recorrer escuelas de los barrios de la periferia platense con su "Bibliomóvil" con la intención de fomentar la lectura en aquellos establecimientos que no tienen la posibilidad de acceder fácilmente a los libros. Las mujeres se entusiasmaron con la reacción y el entusiasmo de esos chicos que no eran sus nietos pero que se los recordaban con cada mirada o cada pregunta. Agregaron a la propuesta actividades culturales y recreativas, y los relatos fluyeron. Así se iniciaron. Hoy, sumado un hombre al grupo -que además de visitar colegios todas las semanas lleva sus cuentos a los chicos internados en el Hospital de Niños- son los Abuelos y Abuelas Cuentacuentos.Beba Santillán es una de las fundadoras de este equipo de cuenteros. Fue ella quien le propuso a quien era presidente de la entidad en ese momento acompañar al Bibliomóvil y añadir el relato de cuentos a la propuesta. "Lo que hacemos es promocionar la lectura, y nada mejor que los chicos para eso, porque se interesan mucho. Escuchan con atención, nos regalan dibujos. Esto es un ida y vuelta", comenta.Mirta Santoro participa de la iniciativa desde hace dos años. Conoció a la gente de Euforión unos meses antes, cuando los cuenteros visitaron la Escuela 108 de Ignacio Correas, donde ella era directora. "Vinieron con el Bibliomóvil y a narrar; también pintaron un mural que reflejaba el paisaje del lugar. Me gustó tanto lo que hacían que me dije a mí misma que cuando me jubilara me iba a sumar a la propuesta. Y acá estoy, narrando cada vez que se presenta la oportunidad", dice ya retirada de la docencia. Abuela de Sol (7) y Luz (5), descubrió que sus nietas están "fascinadas" con su nueva forma de relatar cuentos. "Antes les leía, y ahora hago gestos con las manos, gesticulo. Les gusta mucho más.El gran desafío de estos cuentistas es largarse a abandonar la lectura y narrar en forma oral, prescindiendo del texto escrito. "Todavía estoy en la primera etapa -confiesa el único abuelo del grupo, Hugo Petro-. Porque recién empiezo y hace falta un poco de experiencia para dejar de leer y ponerse a contar".En el grupo hay una abuela ciega, Mabel Cosentino. La mujer vive cada encuentro con los pibes "intensamente", según remarca con énfasis. Su ternura y la forma de relatar cada historia la convirtieron en una de las narradoras que a los nenes más les cuesta despedir cuando finaliza la función. "Yo no los veo, entonces tengo la necesidad de tocarlos y ellos vienen a mí", cuenta y se emociona.Con lo ganado de la experiencia de estos años, los narradores orales de la Biblioteca Euforión fueron un poco más lejos y se animaron con los adultos. En la sede de la entidad del barrio Mondongo concluyó recientemente un ciclo organizado por los Abuelos y Abuelas Cuentacuentos en el marco del 80° aniversario de la institución. Además de presentar su propia propuesta llevaron como invitados a cuenteros "profesionales", como ellos los definen para distinguirse de quienes se han especializado en ese arte. El salón destinado a los encuentros se colmó de gente de todas las edades que siguió con suma atención cada relato.Como un maratón de cuentos, el año pasado impulsaron un "narratón" en la plaza Islas Malvinas. El próximo proyecto es ese: salir a los espacios públicos de la Ciudad e invitar a la gente a que se acerque para relatar historias.

Los adultos, al igual que los chicos, escuchan atentamente el relato de los abuelos cuentacuentos en la biblioteca Euforión.

TE QUEREMOS CONTAR CUALES SON LOS....







DERECHOS DE LOS NIÑOS A ESCUCHAR CUENTOS
1. Todo niño, sin distinción de raza, idioma o religión, tienen derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.



2. Todo niño tiene pleno derecho a exigir que sus padres le cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niño, no sólo incurren en un grave delito de omisión culposa, sino que se están autocondenando a que sus hijos jamás vuelvan a pedir otro cuento.



3. Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos.



4. Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentados en las rodillas de sus abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que, por diversas razones, no tengan abuelos que se los cuenten. Del mismo modo, aquellos abuelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil donde, con entera libertad, podrán contar cuantos cuentos quieran.



5. Todo niño está en el derecho de saber quiénes son Hans Christian Andersen, los Hnos Grimm, Emilio Salgari, Roald Dahl, Michael Ende, Conrado Nalé Roxlo, Horacio Quiroga, Graciela Montes, Gustavo Roldan, Laura Devetach, Graciela Cabal, Elsa Borneman, Jose Murillo, Syria Poletti, Maria Elena Walsh, Silvia Schujer, Ema Wolf, Ana Maria Shua, y muchos otros. Las personas adultas están en la obligación de poner al alcance de los niños todos los libros, cuentos y poemas de estos autores.



6. Todo niño goza a plenitud del derecho a conocer las fábulas, mitos y leyendas de la tradición oral de su país, tienen perfecto derecho a interesarse por los relatos indígenas y cuentos folklóricos, así como en toda aquella literatura creada por el pueblo.



7. El niño tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como modificar los ya existentes creando su propia versión. En aquellos casos de niños muy influidos por la televisión, sus padres están en la obligación de descontaminarlos conduciéndolos por los caminos de la imaginación de la mano de un buen libro de cuentos infantiles.



8. El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que éstos sean hermosos e interesantes.



9. El niño siempre tiene derecho a pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.10. Todo niño, por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras de Sandokan, de la sopita de avena de Dailan Kifki, de la escuela de las hadas, de las historias del sapo, de la señora planchita, de lo difícil que es enseñarle a tejer al gato, del colorín colorado y del inmortal "Había una vez...", palabra mágica que abre las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.



DECRÉTESE Y PUBLÍQUESE


Nota: Esta versión fue adaptada para la Argentina. Extraído de la lista de correo de bibliotecas escolares: bibliotecas-escolares@gruposyahoo.com.ar.

jueves, 4 de octubre de 2007




La narración oral, un oficio de juglares

La narración oral, un recurso que ha atrapado al hombre desde los albores de la humanidad, ha tomado en los últimos años un auge inusitado. ¿Cuáles serán los motivos de este fenómeno? ¿Se han agotado los recursos de la cultura audiovisual? ¿Surge como oposición a la cultura cuya transmisión es preponderantemente escrita? ¿Es una posibilidad de revivir situaciones primarias de comunicación, que conllevan un vínculo afectivo más estrecho? ¿Poner en práctica una forma de intercambio económica y que aproveche los recursos de que la sociedad dispone desde siempre: la palabra, la memoria, la tradición?
Podrían surgir muchos más interrogantes cuyas respuestas fueran el desarrollo de distintas teorizaciones. Es más, desde cada ciencia: la antropología, la sociología, la historia, la sociolingüística, la literatura, la comunicación, la economía, podría hacerse un recorte del problema. Lo cierto es que cada día la necesidad de comunicarse con los demás a través narración oral, surge como una inquietud. No sólo desde lo institucional: planteos curriculares, proyectos bibliotecológicos, en el ámbito oficial y privado, clubes de narradores, profesionales de la narración oral formados en el teatro o en instituciones que forman narradores, que se vinculan a través de talleres, conferencias y grupos de estudio.
Si dejamos de lado los planteos anteriores y hacemos un poco de historia, de pequeña historia personal, tal vez podamos esbozar una respuesta. ¿Cuál es el momento más entrañable que asoma a nuestro recuerdo cuando viajamos con la memoria a nuestra infancia? Sin lugar a dudas aquel en el que nuestros padres y abuelos nos contaban cuentos, nos cantaban canciones nos enseñaban poesías, en la mayoría de los casos aprendidas en su propia infancia de labios de sus padres, abuelos o tíos.
Tal vez no recordemos completas las historias, pero si recordaremos la situación: los ojitos de la abuela detrás de sus anteojos, el perfume de lavanda de sus ropas, sus manos arrugadas, curtidas por el tiempo y el ambiente de cuento que nos hacía ver con los ojos de la imaginación, del pensamiento, aún lo no dicho. Tal vez nunca nadie nos dijo en esas tardes de cuento que el vestido de cenicienta era azul, pero nuestros ojos del alma, así lo vieron y ¡quién puede negar que fuera así!.
Frente a situaciones de crisis, la humanidad desarrolla mecanismos para salvarse. Durante la dictadura militar en nuestro país surgieron las propuestas literarias más interesantes, en la clandestinidad, en y desde el exilio, en cartas furtivas, talleres ocultos, corriendo de mano en mano y de boca en boca, la mejor literatura para niños que haya podido dar nuestra sociedad se gestó cuando parecía que todo estaba perdido. Los libros de Laura Devetach, prohibidos por decreto de la Junta Militar, corrieron como reguero de pólvora entre maestros y bibliotecarios audaces, sin acuerdos, sólo porque todos tenían la misma necesidad, mantuvieron viva la cultura que es el bien más preciado que un grupo humano pueda tener, porque sólo la cultura y la lengua, que permite su transmisión, pueden dar origen a un pueblo.
Hace muchos siglos, San Isidoro de Sevilla dijo:”De las lenguas nacen los pueblos y no de los pueblos las lenguas.”
Cada contador de historias comprometido con su realidad y su tiempo es un foco de resistencia cultural. Contar cuentos no solucionará los grandes problemas que padece la sociedad pero puede permitir una mirada diferente que nos permita vislumbrar una esperanza.
Quienes eligen como profesión o compromiso social contar historias son los juglares de nuestro tiempo, que como los juglares medievales, llevan noticias, arrancan sonrisas, recrean significados y a veces ponen en jaque a los poderosos.

Liliana Benítez.
Abuelas y abuelos Cuentacuentos de la Biblioteca Euforión